martes, 29 de octubre de 2013

C A L L E S S I N D I O S . DEL LIBRO Obra poética (Hasta 2008) Tomo III Bohodón Ediciones. Página 252. Autor: Juan Cervera Sanchís.


FOTOGRAFIA DEL ALBUM FAMILIAR DE: Fernando Emilio Saavedra Palma.
C A L L E S    S I N    D I O S .
DEL LIBRO Obra poética (Hasta 2008)
Tomo III Bohodón Ediciones. Página 252.
Autor: Juan Cervera Sanchís.
Para mi amigo Fernando Emilio Saavedra y Palma, hombre de a pie y callejeador a la deriva, por nuestra querida e infernal Ciudad de México.
 
Por estas calles sin Dios
y de todos los Diablos
ando a la deriva yo.
 
¡Ah Ciudad de los Palacios!,
dime tú dónde quedó
aquel señorío tan tuyo
que tanto te distinguió.
 
Hoy eres un hormiguero
de gente oscura y sin voz,
de gente que va y que viene
sin apenas ilusión.
 
Tristes y anónimas sombras
sin alma y sin corazón;
sombras en fin, no personas,
zombis con rostros de horror.
 
¡Ah Ciudad de los Palacios!
ciudad hoy del desamor,
de las hoscas muchedumbres
y de la desolación.
 
Mi vida, ya apenas vida,
va por tus calles sin Dios
y de todos los Diablos
poetizando su dolor.
 
 

jueves, 24 de octubre de 2013

DEL LIBRO Pemex, pasión y destino…TESTIMONIOS: Humberto Aguilar Pacheco. Entrevista elaborada por: Juan Cervera Sanchís.


ILUSTRACION ELABORADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma.
DEL LIBRO Pemex, pasión y destino…
TESTIMONIOS: Humberto Aguilar Pacheco.
Entrevista elaborada por: Juan Cervera Sanchís.
 
Éramos amantes entregados a nuestras labores
Nació el 18 de septiembre de 1931 en Ciudad del Carmen, Campeche. Desde muy pequeño vivió en el Puerto de Veracruz. Ahí, tras estudiar la primaria, continuó su preparación en la Escuela Secundaria y de Bachilleres. Cuando finaliza la preparatoria, en 1948, se traslada a la ciudad de México, donde inicia sus estudios profesionales en la Escuela Nacional de Ciencias Químicas, actualmente la Facultad de Ciencias Químicas, de la UNAM. Obtiene su título profesional de ingeniero químico el 25 de agosto del 1955.
Posteriormente, realiza cursos sobre alcohol, petróleo, planeación y numerosos seminarios, pero más allá de sus conocimientos técnicos, tan imprescindibles como necesarios, desarrolló su conciencia y espíritu de servicio, con el fin de trabajar por el engrandecimiento del país a través de Pemex, a la que siempre consideró, y sigue considerando, una empresa básica del pueblo de México para lograr ese fundamental objetivo.
Humberto Aguilar Pacheco
-Ejercí mi profesión únicamente en Petróleos Mexicanos, desde el 18 de marzo de 1954 hasta el 20 de septiembre de 1993 en que me jubilé. Durante cuarenta años viví entregado a mi trabajo en Pemex, que fue el motor de mi vida. Yo siento que lo sigue siendo. El hecho de estar jubilado no significa que uno sea ajeno a cuanto importa e inquieta al devenir de la industria petrolera, que es parte viva de nuestra preocupación y nuestro diario sentir.

-Háblenos de sus inicios.
-Me inicié en la refinería de Minatitlán, como supervisor de laboratorios de control químico. Ahí nos encontramos con ciertas condiciones harto adversas y difíciles. Por ejemplo. Por ejemplo, las plantas de destilación primaria no tenían condensadores con carcasa y núcleo de tubos, sino condensadores de contacto directo con agua. La instrumentación era totalmente neumática y no había un cuarto de control, sino que estaba distribuida dentro del área correspondiente, pero no cabe aquí caer en exhaustivas explicaciones técnicas. Lo cierto es que los ingleses nos dejaron una industria obsoleta que nosotros tuvimos que superar con renovados e inteligentes esfuerzos, que hicimos entre todos, pues nos impulsaba un fuerte amor a México, y una mística por el trabajo, ejemplares.
-¿Qué ha representado y representa Pemex para México?  
-Pemex ha representado y representa uno de los patrimonios fundamentales del pueblo. Es decir, ha sido la fuente económica y de energéticos del país. Además, en tanto ha estado administrada en lo técnico y lo financiero por mexicanos, ha creado una riqueza adicional, que es haber impulsado el desarrollo técnico y administrativo del personal involucrado.
-¿Qué importancia ha tenido para el desarrollo de la industria petrolera la experiencia de los hombres que laboran en ella?
-La importancia de la experiencia es capital. Para realizar en forma óptima cualquier actividad no es suficiente con obtener un título académico, ya sea de licenciatura, maestría o doctorado, pues si no se tiene el conocimiento al máximo detalle de cómo realizar las actividades específicas –y esto únicamente se adquiere en la realización misma de dichas actividades-, no es posible desempeñar con eficacia ningún trabajo.    
-¿Quiénes han sido en su opinión los hombres clave en la creación de Pemex?
-Lázaro Cárdenas, fundamentalmente, quien tanto contribuyó al progreso de la nación. Entre los que le dieron más ímpetu a la industria, Antonio J. Bermúdez, sin olvidar a los ingenieros Héctor R. Lara Sosa y César O. Baptista, que participaron activamente en el desarrollo de la refinación del petróleo y de la petroquímica en Pemex.
-¿Qué ha representado para usted entregar su vida a Pemex?
-Trabajar en Petróleos Mexicanos, cuando yo me inicié, era desempeñar una labor patriótica. Entonces, por ejemplo, el aspecto de los salarios era una cuestión relativamente secundaria. Vivíamos para Petróleos en cuerpo y alma, y eso para nosotros no era un sacrificio sino una satisfacción. Imperaba una filosofía de respeto y culto al trabajo, y una profunda mística que nos impulsaba, con una enorme fuerza interior, a superarnos día con día. No éramos trabajadores, éramos amantes entregados a nuestras labores.
-¿Cómo fue su crecimiento personal dentro de la industria?
-En Minatitlán, donde me inicié como supervisor, fui también jefe interino en los Laboratorios de Tratamiento de Agua, hasta 1955.
-¿Luego?
-En 1956 fui jefe de Movimiento de Productos, encargado del Oleoducto Transísmico. De 1957 a 1962 laboré como ingeniero de operación de Plantas Primarias, ingeniero de turno en la Planta de Desintegración Catalítica, jefe del Sector de Destilación y jefe del Sector de Desintegración.  
-Tras acumular esta experiencia, ¿qué siguió?
-Entre 1963 y 1964 me desempeñe como superintendente general de Operaciones, y en 1965 como superintendente general de Proceso.
-¿Posteriormente?
-De 1966 a 1967, ya en las Oficinas Centrales en México, D.F., me desempeñe como coordinador de Operación de Refinerías y también como superintendente interino de Operación de Refinarías. A partir de 1968 fui ayudante técnico de la Subdirección de Producción Industrial y al siguiente año, coordinador de Operación de Plantas Petroquímicas, en la Gerencia de Petroquímica.
De 1970 a 1976 fui superintendente general de Operaciones de Plantas Petroquímicas. En diciembre de 1976 fui subgerente de Operación y Mantenimiento de la Gerencia de Petroquímica.
-Su cúmulo de experiencias dentro de la industria petrolera es enorme, ¿qué le han dejado todas esas experiencias?
-En primer término, una gran satisfacción personal…
-¿Cuál de todas esas experiencias considera usted que ha sido la más satisfactoria?
-Yo le diría que mi mejor experiencia la obtuve en los proyectos de cada nueva planta de proceso en refinerías, así como en las plantas de los complejos petroquímicos, en los que de alguna forma participé en tecnología, ingeniería, construcción, operación y otros aspectos.
-De todas esas experiencias, ¿cuál considera que ha sido la que mayor dificultad ha representado para usted?
-Todas y cada una de las actividades realizadas tienen diversos grados de dificultad. No podría precisar cuál ha sido la más difícil. Tal vez fue alguna de aquellas relacionadas con aspectos administrativos.
-¿Qué aprendió del aspecto laboral?
-Aprendí que en las relaciones laborales el trato directo y permanente con diversas personas permite aprender
-valga la redundancia-, en cada caso, algo especial, que nos permite en lo personal mejorar el desempeño y la conducta propia.
-Respecto a su trayectoria nos quedamos en 1976, ¿qué continuó?
-En 1978 fui subgerente de Operación de Plantas Petroquímicas y, a partir de marzo de 1980 hasta mayo de 1983, laboré como subgerente de Desarrollo y Control de Proyectos y gerente de Desarrollo Petroquímico. Proseguí, de mayo de 1983 a octubre de 1985, como gerente de Normalización de Proceso de la Subdirección de Transformación Industrial. De octubre del citado año hasta enero de  1989 fui gerente de Petroquímica y después, hasta diciembre de 1992, me desempeñe como gerente de Protección Ecológica e Industrial, para pasar a ser gerente de Protección Ambiental y Seguridad Industrial del organismo subsidiario Pemex Refinación.
 
-Maratónica su labor.
-No, satisfactoria. El trabajo dignificante al hombre, y trabajar en Pemex, para mí como para tantos otros de aquella época, fue un placer.
-¿Su jubilación?
-Recibí mi jubilación en septiembre de 1993, pero siempre hasta hoy, y siento y pienso que hasta el día de mi muerte (que espero tarde mucho todavía), me he sentido ligado por el mismo cordón umbilical a mi querido Pemex y a mi Casa de Estudios, la UNAM.
Después de jubilarme he participado en la Asesoría de la Dirección General de Refinación y en la Universidad Nacional Autónoma de México me he desempeñado como secretario técnico en el Programa Universitario de Medio Ambiente (PUMA). De abril de 2000 a marzo de 2001 participé en el proyecto de Auditoría del Transporte y Mejoramiento del Ambiente de la Zona Metropolitana del Valle de México, donde intervino la Facultad de Química de la UNAM, en alianza con ICF Kaiser.
-Es usted admirable. ¿Cuándo descansa?
-Aquí no venimos a descansar, la vida es una tarea continua. Mi descanso es leer y visitar los muchos museos que hay en Coyoacán. Soy un amante también de la cultura y el arte, a la vez que disfruto un buen partido de futbol.
-¿Qué mensaje tiene para los petroleros?
-Que continúen orgullosamente con la mística nacionalista de servir a Petróleos Mexicanos, con la entrega consciente al trabajo, y el afán de superación para incrementar el patrimonio nacional.
El pueblo mexicano tiene un gran genio para crear riqueza material y espiritual. Creemos y, a su vez, creamos en nosotros. Nadie de fuera podrá hacer por nosotros lo que nosotros no hagamos con base en nuestro propio esfuerzo.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

lunes, 21 de octubre de 2013

jueves, 17 de octubre de 2013

El Quijote Huehuenche. Un Quijote picaresco “a la Mexicana” Autor: JOSÉ ANTONIO MICHEL.PRÓLOGO POR: Juan Cervera Sanchís Jiménez y Rueda.


FOTOGRAFÍA TOMADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma.
El Quijote Huehuenche.
Un Quijote picaresco “a la Mexicana”
Autor: JOSÉ ANTONIO MICHEL.
PRÓLOGO POR: Juan Cervera Sanchís Jiménez y Rueda.

 

PRÓLOGO

HEMOS LEIDO y disfrutado El Quijote de José Antonio Michel, éste nacido en Tonaya, Jalisco, y que ya recorre México y, pronto, traspasará sus fronteras.

El vigor de Don Quijote y su sed de aventuras no fueron agotados por su genial creador, nuestro admirado y entrañable poeta Miguel de Cervantes Saavedra.

Como se ve, el hilo de la acción puede ser retomado y el Quijote puesto de nuevo a cabalgar. Es lo que ha hecho mi querido y talentoso amigo José Antonio Michel; poner a cabalgar a Don Quijote por la ancha y hermosa tierra mexicana, plagada, en mi sentir, de Quijotes y, por supuesto, de Sanchos. Porque donde quiera que aparezca la figura del inmortal caballero manchego no puede estar ausente la de su centrado escudero. Para que exista Don Quijote debe existir Sancho. Y viceversa. Es por eso que en este Quijote de Michel, al igual que en el de don Miguel, monta tanto el caballero como el escudero.

Por naturaleza del espíritu creador es la impronta del caballero la que impone la última palabra y marca la ruta del ideal. El Quijote de Michel podrá perder por un instante la compostura, pero no olvida jamás la ruta de la ejemplaridad, pues lo cierto en Don Quijote será siempre su sentido aleccionador y prototípico, enfilado hacia el sueño de una Humanidad mejor.

Tras cada divertimento y aventura, pues, de este Don Quijote de Tonaya, si bien se analiza, hallaremos la lección digna y el  índice guiador señalándonos hacia dónde y cómo seguir. El Quijote de Michel vale mucho por su carga de humor e ingenio, pero vale sobre todo, como el original, por su gran trasfondo humanista.

¿Qué es el Quijote en esencia sino un ansia de transformar el mudo y convertirlo en lugar de mayor justicia? Así, José Antonio Michel da vida a su Quijote para, entre sonrisas y risas, mostrarnos que no todo está perdido, que es recuperable la dignidad y aniquilable la corrupción. El Quijote es la contrafigura de lo corrupto y es por eso que la salida de este Don Quijote de México es harto oportuna en los días que vivimos. No es, por supuesto, la novela de Michel un libro moralista ni muchos menos, pues es una obra de arte, pero el arte, el gran arte, siempre será significante. Michel sin proponérselo pone, más que el dedo, la uña en la costra y su Quijote campirano nos advierte de no pocos peligros éticos.

Es de suponerse que a determinados lectores esto les tenga sin cuidado y se aficionen a la novela de José Antonio Michel con el único fin de pasarlo bien. Están en su perfecto derecho. Pero quiérase que no, todos aprenderemos –y divirtiéndonos- humanidad en este Don Quijote de Tonaya, que, como todo gran personaje literario, sobrepasa las fronteras del lugar que le diera cuna. Es posible que en un poco de tiempo llegue a llamarse “de Don Quijote” y sea, pues, Tonaya de Don Quijote, ese pueblo de leyenda que muchos no soñaron, pero que José Antonio Michel al concebir su Don Quijote fue creando sin darse, o dándose cuenta. Los misterios de la creación artística no son fáciles de desentrañar.

Lo cierto en lo dicho, en lo entredicho y en lo no dicho, respecto a este Don Quijote Huehuenche o de Jalisco como él se autonombra, y que José Antonio Michel ha generado para admiración de muchos y envidia de algunos es que, desde ahora, México, sin más “ahorita”, tiene su Quijote propio y no va a resultar cosa sencilla bajarlo de su cabalgadura.
 

Este Don Quijote de Jalisco y de América toda, va a caminar y a caminar (ladren o giman los perros) seguro de sí mismo y rumbo al más lejano porvenir, sin que nada ni nadie pueda detenerlo.

 

Juan Cervera Sanchís Jimenéz y Rueda.

 

FOTOGRAFÍA TOMADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma.
ILUSTRADOR del Quijote Huehuenche: Ángel Zamarripa.
PORTADA: Daniel Ortiz Sánchez.
PRÓLOGO Y SONETO: Juan Cervera Sanchís.
COSTA-AMIC EDITORES, S.A. MÉXICO 1984.

Dedicatoria a: Don Eulalio Ferrer Rodríguez, e idealista campeón del quijotismo, con mi fraternal afecto.

 

AL QUIJOTE HUEHUENCHE

 

Este desenfadado caballero

surgido de los aires de Tonaya,

cual sabrosa ensalada de papaya,

ha de gustar, sin duda, al mundo entero.

 

Que este señor huehuenche, sin más pero,

jamás temió pasarse de la raya,

pues su alto corazón tan sólo ensaya

acciones hacia un mundo justiciero.

 

Así, este don Xicote, y cada historia

de su vida, narrada por Michel,

con decidida y admirable mano,

 

han de vivir por siempre en la memoria

-ganadas ya las palmas y el laurel-

de nuestro hermoso idioma castellano.

Juan Cervera Sanchís.
México, D.F., 5 de octubre de 1983.

 

ILUSTRACIÓN ELABORADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma.
Don Quijote de la Mancha

[] ( pronunciación) es una novela escrita por el español Miguel de Cervantes Saavedra. Publicada su primera parte con el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha a comienzos de 1605, es una de las obras más destacadas de la literatura española y la literatura universal, y una de las más traducidas. En 1615 aparecería la segunda parte del Quijote de Cervantes con el título de El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha.

Don Quijote fue la primera obra genuinamente desmitificadora de la tradición caballeresca y cortés, por el tratamiento burlesco que da a la misma. Representa la primera obra literaria que se puede clasificar como novela moderna y también la primera novela polifónica, y como tal, ejerció un influjo abrumador en toda la narrativa europea posterior.

En 2002, y a petición del Norwegian Book Club, se realizó una lista con las mejores obras literarias de la historia con las votaciones de 100 grandes escritores de 54 nacionalidades distintas, apareciendo las obras en estricto orden alfabético, para que no prevaleciese ninguna obra sobre otra, con la única excepción de Don Quixote, que encabezó la lista siendo citada como "el mejor trabajo literario jamás escrito".[] Es el libro más editado y traducido de la Historia, sólo superado por La Biblia[.

 

 

 

 

 

 

HAIKÚ de Juan Cervera Sanchís Jiménez y Rueda.

 
ILUSTRACION elaborada por: Fernando Emilio Saavedra Palma.
De Obra poética (1986-2003) Tomo II
POEMARIOS (1987-88) página 182.
 
 
Por la ventana
entreabierta al misterio
entra un fantasma.
Juan Cervera Sanchís Jiménez y Rueda.

martes, 15 de octubre de 2013

Alquimia poema.

 

FOTOGRAFÍA DEL ÁLBUM FAMILIAR DE: Fernando Emilio Saavedra Palma.


“Sin ayer, sin hoy y sin mañana, todos

   terminamos desvividos en la nada.

Sólo los tontos, y el planeta Tierra está

poblado de innumerables tontos, se hacen

ilusión de vida eterna.

Intenta vivir, si puedes, tu fugaz y

estúpido minuto”.

 

Girondio Palermo

-filósofo y mendigo ilustre-

(1828-1900)

 

De Profecías del Polvo

Editorial Jaque al Rey

México, D.F. 2008

 

Alquimia

Y moriré mañana

Igual que nací ayer,

Y volveré a ser tierra

Común bajo tus pies.

 

Soy tierra transmutada

¿Qué más se puede ser?



Autor: JUAN CERVERA SANCHÍS JIMÉNEZ Y RUEDA
Poema
Del libro

juegos de alquimia   SERIE JOAQUÍN ARCADIO PAGAZA

colección poesía

Gobierno del Estado de México.

Toluca, 1976.