FOTOGRAFÍA
TOMADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma de la revista TEMAS.
EDITH GONZÁLEZ
De los bomberos a las mariposas…
Por: Juan Cervera Sanchís.
Aéreas y transparentes, delicadamente
noble. Tal si fuera un cuadro de Fra Angélico. Contemplar a Edith González es
trasladarse al Renacimiento italiano. Su belleza etérea y aristocrática es
fascinante. Si Dante la hubiera conocido tres segundos antes que a Beatriz,
hoy, Edith sería la protagonista de La Divina Comedia. No fue así, para fortuna
de Beatriz y desgracia de Dante.
…Además, Edith González, es puntualmente
inglesa, como una Lady. Estamos citados a las 3:30. El humilde entrevistador ha
llegado a las 3:15. En ese instante, Edith, se estaba bajando de su auto.
¿Acaso así son los Sagitarios? Me han dicho que su virtud es la originalidad.
Seguro. Edith puebla el espacio de su diafanidad. Sus ojos color turquesa son
dos pequeños mares redondos. Ya nos conocíamos… de no sé qué séptima dimensión.
Los amables hijos del “Olivo”, ahí en la calle Varsovia, Zona Rosa, nos llevan
hasta un grato rincón. Edith pide una limonada y sin más alza la euritmia de su
voz en apasionado panegírico: “Para mí los socorristas y bomberos son los
verdaderos héroes nacionales”. Edith es sorpresiva. Luego me habla, con emoción
cantarina, de que ella hizo un curso de socorrista y admira la disciplina y la
entereza que hay que poseer para estar preparado para tan nobles misiones. Y me
habla y me habla de los socorristas y de los bomberos. Con pasión. Llega el
mesero. La limonada. Edith aplaca su sed. El fuego que la agitaba. Se sosiega.
POR OTROS CAMINOS
Edith, ¿cuál sería tu día ideal?
-le pregunto de repente.
-Sería aquel en que volviera a ver a mi
papá.
El papá de Edith murió no hace mucho. Se
hace el silencio. Un sorbo de limonada. Después hablamos de Lenky. ¿Quién es
Lenky? “Se supone que Lenky era mía, pero ya se adueño de ella mi mamá. Es una
perrita muy linda”. De repente conversamos de flores:
“Mi flor es la margarita. ¿Sabes por
qué? Por simple, por sencilla, pura”. Edith se lamenta de que las orquídeas
estén a punto de extinguirse en Chapultepec por falta de cuidado por parte de
todos nosotros. Ella ama a las flores, a todas las flores: “Bueno, es que cada
flor es una obra maestra”. Nos afirma. Y estamos de acuerdo. ¿Cómo no estar de
acuerdo con Edith?
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TOMADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma de la revista TEMAS.
EDITH GONZÁLEZ,
transparentemente noble.
Le pregunto a bocajarro: ¿Pero algo
debes detestar?
“Muchas cosas son la que detesto. Hay un
viejo proverbio que dice así: Lo que más
detestes de las otras personas es lo
que más detestas de ti mismo.
Esto en parte es verdad. Yo de pronto he descubierto que cometo faltas y no me
doy cuenta sino hasta después. Deberíamos estar más atentos a nuestra manera de
comportarnos, pues es detestable eso de descubrir nuestras faltas una vez que
las cometimos… y querer arreglar todo con un simple “perdóname” a toro pasado. Detesto que la gente no sea franca; tal
vez porque yo soy muy franca.”
ADMIRACIONES
Edith ya nos confesó su admiración por
los bomberos y los socorristas. Pero tiene otras admiraciones. Veamos:
-Dime a quien admiras y te diré quién
eres…¿A quién admiras?
-A mi madre. Tengo una madre
sensacional. A mí me gustaría ser tan buena hija como ella lo es madre, pero no
llego a tanto. Admiré también muchísimo a mi padre y admiro con toda mi alma a
cualquiera que sea capaz de amar sin hacer daño. Me admiro a mí misma desde el
momento en que soy capaz de pensar, de discernir entre el bien y el mal. Admiro
la limpieza y la honestidad. Admiro lo bello y lo bueno.
EL VIENTO DEL AZAR
Edith González “culpa” un poco al viento
del azar el que ella sea actriz:
“Me inicié sin darme cuenta en el
universo de la actuación. Tenía yo cinco años cuando me llevó mi mamá al
estudio donde se trasmite “Siempre en
Domingo” de Raúl Velasco. Me llevó como público. Mientras seguíamos la
trasmisión del programa comenzaron a buscar a una niña entre el público para
que hiciera un papel junto a don Rafael Baledón. La niña elegida fui yo. Aunque
recuerdo que desde los dos años, en el kínder, “actué” en una pieza llamada: “Caminito de la Escuela”. Luego la hice
de “Hormiguita” y más tarde de “Blancanieves”. La vocación ya venía
conmigo.”
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TOMADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma de la revista TEMAS.
AMO a todo y me siento
amada por todo.
INSECTOS, AMORES, SEXO…
“Los insectos no me gustan… en especial
las cucarachas. Algunos sí me agradan…digamos los grillos, las mariposas, las
hormigas. Bueno, la vida es un absurdo. Yo vivo en la esperanza de que haya un
más allá. La única razón que justifica este absurdo que es la vida es el amor.”
Y Edith, extraña y bella criatura, habla
como un viejo filósofo.
-Y qué sabes del amor?
-El amor lo es todo. Para empezar. Mira,
en la medida en que yo me ame a mí misma podré amar a los demás. Amo mucho a mi
madre, a mi madrina, a mi hermano… Amo…Amo… a las plantas, a los animales, al
aire que respiro, al sol que nos alumbra…y me siento amada por todo y por
todos…felizmente.
-¿Y del sexo qué sabes?
-Es nuestra parte animal, pero no hay
que usarlo a lo animal! El ser humano tiene su alma…yo creo en el alma. El sexo
es sexo.
-¿Y qué piensas del amor libre?
-Pienso que el libre amor está muy bien,
y lo aplaudo; pero de ninguna manera aplaudo el libre sexo. Eso es otra cosa.
-¿Eres Católica?
-Creo en Dios básicamente. Creo en
Cristo que fue capaz de dar amor, pero no hago de menos a nadie porque sea
judío, mahometano, budista… Creo que todos somos hijos del mismo Dios y por lo
tanto no quiero ser nada que limite nuestra posibilidad de comprendernos y
amarnos.
LAS TELENOVELAS Y OTRAS
COSAS
-¿Hasta dónde odias y amas a las
telenovelas?
-Odiarlas no, yo no odio a las
telenovelas, no puedo odiar a aquello de lo que como. Ahora, que tengan partes
criticables, pues sí las tienen.
Son hechas al vapor, con apuntador
electrónico… Sin embargo, tienen algo positivo: dan esperanza a la gente. Son
como fabulistas. No hay que olvidar que en las novelas, finalmente, siempre
ganan los buenos. Y la gente las acepta y las disfruta. No son tan malas. Y en
todas, sea entre nosotros, el Japón y Estados Unidos, son iguales. Son una
necesidad que satisface a millones de personas. No está ahí por casualidad.
-Y bien, Edith, ¿tú eres realmente lo
que deseas ser, o no?
.Definitivamente no lo soy. No, no soy
todo lo que realmente desearía ser, ¿pero quién lo es en esta vida?
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TOMADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma de la revista TEMAS.
Por lo que se puede ver en
esta moderna cocina, la preferencia culinaria de Edith son las frutas.
La pregunta hiere al aire. Nos atrapa.
La respuesta la tienes tú… y tú, amigo lector, al igual que yo conoces cuál es
la respuesta. No nos engañemos. La voz de Edith nos saca de nuestro
ensimismamiento:
“Te contaré. Yo desde que tenía dos años
vengo tejiendo una bufanda con delgadísimos hilos de colores, una bufanda que
ya es muy larga y que, seguramente, quedará inconclusa cuando muera.
Cada quién teje su bufanda, digo yo, que
no soy Santa Clara de Asís”…
Tiembla la parábola por entre las hojas
del olivo imaginario; rueda una aceituna gordal por el suelo. ¿Quién está
vareando el misterio? El que tenga ojos para ver, que vea, el que tenga oídos
para oír, que oiga…Edith González es una criatura de clase. Y nos cuenta un
cuento donde los protagonistas eran árboles. Pero volvemos a la realidad:
-La primera realidad es que hay amor
–nos dice-; la segunda realidad es que hay maldad; la tercera realidad es que
hay hambre y la cuarta realidad es que nos faltan las ganas para luchar. Estas
son mis cuatro realidades”.
PALABRAS Y PROPOSITOS
Jugamos a las utopías: “A mí no me gusta
el dinero. No me gusta esta sociedad. Me gustaría que el mundo fuera mejor para
todos. Yo soy una trabajadora. Debo hacer mi trabajo lo mejor posible, pero la
empresa a su vez debe ser más humana. Siento que este mundo, nosotros, debemos
cambiar. Sobre todo prestar más atención a los niños.
-¿Y no te gustaría ser la Primer Mujer
Presidenta de México?
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TOMADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma.
La belleza física no es
imprescindible para el arte, pero ayuda.
¡¡No!!, No, no no, para nada. Mira, para
ser Presidenta de México, aunque pienso que en el futuro habrá una mujer en la
Presidencia de este país. Eso es una gran responsabilidad. Hay un frase que
dice: “Para ser líder hay que tener mucho amor, mucho respeto por la vida y una
voluntad de hierro para tomar impávido las más trascendentales decisiones”.
MORIRE RELATIVAMENTE JOVEN…
Platicamos de sus lecturas: “Me
estremecen los escritores rusos anteriores al bolchevismo: Dostoievski, León
Tolstoy, Antón Chejov… No conozco otra generación de escritores que haya
profundizado como ellos en el alma humana. También me conmovió la lectura de
las novelas del noruego Kut Hamsun, el autor de “Hambre”, de “Pan”, “Soñadores”…
y otros libros inolvidables. Me gusta leer. De los mexicanos me hace temblar
Jaime Sabines. Es un gran poeta.
-¿Y qué piensas de tu propia muerte?
-Creo firmemente que no voy a vivir
mucho. Estoy convencida de que no llegaré a vieja. Y aceptaré mi destino. Sí,
moriré relativamente joven…Lo siento.
-¿Cuál es tu primer recuerdo?
-Cuando mi papá me estaba haciendo un
ataúd para Blancanieves.
-¿Y cuál te gustaría que fuera tu último
recuerdo?
-Mi último recuerdo…Quisiera estar en un
bosque viendo la luna, una hermosa luna llena.
-¿Cuál crees que sea el sumo defecto?
-Lo dijo Luis Buñuel: la envidia, porque
la envidia es el único sentimiento que te hace desear la muerte de tu prójimo.
MIEDOS
Hablamos de la energía solar. Edith
piensa que se debería promover más la investigación en dicho campo en pos de
una vida mejor para todos. Pero de repente una palabra, “miedo”, revuela entre
nosotros. Le preguntó: ¿A qué es lo que más le temes?
“Le temo más que a nada al ser humano.
Me aterrorizaría un millón de veces más ser atacada en descampado por un hombre
que me arrojaran a una alberca llena de tiburones o me metieran en una jaula
con leones furiosos. Me espanta pensar en violadores. Conozco casos de
muchachas que se han vuelto locas por dicha causa. Eso, eso es lo que más temo.
No me importaría ser devorada por un tiburón, pero eso…ser violada… No puedo
entender cómo las leyes son tan benévolas
con los violadores y los dejan estar en la calle. Yo no digo que haya pena de
muerte para ellos, la vida tiene un valor invaluable, pero no puedo admitir, y
mucho menos comprender, que haya por ahí violadores reconocidos en libertad.
Eso es un gran crimen. Los violadores deben estar en la cárcel o en el
manicomio. En la calle no. De ninguna manera”.
El tiempo se nos ha ido. Una pena, pues
hablar con Edith González es entrar en los sagrarios más íntimos del ser humano
y hacerlos bellamente diáfanos.
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TOMADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma de la revista TEMAS.
REVISTA “TEMAS” NUEVA YORK
PORTADA Carmen Herrero
Foto-color de TEMAS por John J. Cruz.
Marzo 30, 1988.
FOTOGRAFÍA TOMADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma de la revista
TEMAS.
DIRECTORIO.
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TEMAS.
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CONTRAPORTADA.