ILUSTRACIÖN ELABORADA POR: Fernando Emilio Saavedra Palma.
LUNA AMARILLA
Autor: Juan Cervera Sanchís.
Del poemario “TODAS MIS LUNAS”
Luna
amarilla de agosto
entre aleteos
de canarios,
naranjales encendidos
y murciélagos
románticos.
Moneda de
oro de ley
enriqueciendo
el espacio
y la noche
de Orión
en los ojos
de verano.
Luna amarilla
membrillo
entre amarillos
sonámbulos
y amarilleces
soñantes
de lo
amarillo soñado.
Amarillo amarillísimo
del amarillo
fantástico
de agosto y
luna creciente
en el edén
de tus brazos.
Luna amarilla,
amarilla
de amarillo
enamorado.
FOTOGRAFÍA TOMADA DEL BUCADOR DE Google.
reddemurcielgos.blogspot.com
Los quirópteros (Chiroptera),
conocidos comúnmente como murciélagos,
son un orden de mamíferos placentarios
cuyas extremidades superiores se desarrollaron como alas.
Con aproximadamente mil cien especies, representan aproximadamente un 20% de todas las
especies de mamíferos,[3]
lo que los convierte en el segundo orden más numeroso de esta clase (tras los roedores).
Están presentes en todos los continentes, excepto en la Antártida.[4]
Son los únicos mamíferos capaces de volar,[N 1]
se han extendido por casi todo el mundo y han ocupado una gran variedad de nichos
ecológicos diferentes. Desempeñan un papel ecológico vital como polinizadores
y también desarrollan un importante papel en la dispersión de semillas; muchas
plantas tropicales dependen por completo de los murciélagos.[5]
Tienen las patas anteriores transformadas en alas y más de la mitad de especies
conocidas se orientan y cazan por medio de la ecolocación.[6]
Cerca de un 70% de las especies son insectívoras
y la mayor parte del resto frugívoras; algunas se alimentan de pequeños vertebrados
como ranas, roedores, aves, peces, otros murciélagos o, como en el caso de los vampiros
(subfamilia Desmodontinae), de sangre.
Su tamaño varía desde los 29–33 mm de
longitud y 2 g de
peso del murciélago moscardón (Craseonycteris
thonglongyai), a los más de 1,5 m de longitud y 1,2 kg de peso
del zorro volador filipino (Acerodon jubatus).
A causa de los hábitos nocturnos de la mayoría de
sus especies y la ancestral incomprensión sobre cómo podían «ver» en la
oscuridad, se les consideraba y todavía se les considera a menudo como
habitantes siniestros de la noche, y con pocas excepciones (como en China, donde son
símbolo de felicidad y provecho) en la mayor parte del mundo los murciélagos
han causado temor entre los humanos a lo largo de la historia; iconos
imprescindibles en el cine de terror, aparecen en multitud de mitos y leyendas y,
aunque en realidad sólo tres especies son hematófagas,
a menudo se les asocia a los vampiros mitológicos
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